No consigo quedarme embarazada otra vez, ¿por qué?
Cuando una mujer ya ha logrado quedarse embarazada y tener un hijo pensamos que no tiene ningún problema relacionado con su fertilidad y en muchas ocasiones es así; pero lo cierto es que hay una realidad y es que el cuerpo de una mujer puede cambiar con el paso de los años por diferentes motivos.
Cuando esto sucede hablamos de la llamada ‘infertilidad secundaria’. Aquí os informaremos sobre sus principales causas.
¿Qué es la infertilidad secundaria?
Los factores que pueden hacer que no llegue ese segundo embarazo en la vida de una mujer o una pareja, independientemente de que ya hubieran sido padres o se trate de una nueva pareja, son muy diversos. Por lo general, además, se trata de una situación que genera desconcierto e incomprensión en los propios pacientes, aunque; en la mayoría de los casos, tenga una explicación una vez se profundiza en el historial de cada paciente y se realizan las pruebas necesarias para diagnosticar los motivos de que no llegue ese nuevo embarazo.
Desde problemas que hayan sido causados por la propia edad, cuestiones médicas o cambios que se producen en nuestro organismo; las causas más frecuentes que dan lugar a esta infertilidad secundaria son:
La propia edad:
Como os hemos mencionado en anteriores ocasiones, el retraso en la edad en la que muchas mujeres buscan su embarazo es uno de los principales factores asociados con la infertilidad hoy en día. Independiente de que, como sucede en la mayoría de los casos; la mujer se encuentre en un estado de plenitud emocional o físico en el momento en el que decide hacer frente a su nuevo embarazo, si se trata de una mujer con una edad avanzada, es probable que tenga dificultades para lograr ese nuevo embarazo.
Cabe recordar que, alrededor de los 37 años (o incluso antes), la calidad y cantidad de óvulos que producimos en cada ciclo comienza a decrecer peligrosamente; siendo cada vez más complicado lograr el embarazo de forma natural. Se dan las situaciones en las que encontramos esta situación cuando el primer embarazo ha llegado ya a una edad como pueden ser los 35 o 36, lo que inevitablemente retrasa la edad para la segunda gestación.
Problemas surgidos a raíz de embarazos previos:
Cuando una mujer ha sufrido un embarazo previo que no ha estado exento de complicaciones, lo mismo que si se trata de complicaciones en el momento del parto, es posible que encontremos ciertas secuelas que puedan causar dificultades para quedarse embarazada de nuevo. Por ejemplo, entre las complicaciones más comunes que podemos encontrar en estos casos encontramos problemas creados por adherencias en el útero, algún tipo de infección sobrevenida, o por ejemplo que se produzca la obstrucción de las Trompas de Falopio.
Problemas causados por procesos médicos:
Como acabamos de mencionar, algunos de los problemas que impiden este nuevo embarazo se encuentran en embarazos anteriores. No debemos olvidar que un parto complejo puede requerir una rápida intervención en forma de cesárea de urgencia; o unas complicaciones que puedan afectar de forma muy significativa al sistema reproductivo de las mujeres. Por otro lado, en el caso de pacientes oncológicas hay tratamientos médicos curativos, como la quimio y la radioterapia, que pueden directamente comprometer su fertilidad.
Problemas en la ovulación:
Es frecuente que con los años o por cambios en nuestro cuerpo, tengamos problemas que afecten a nuestra ovulación. En este sentido, la presencia de ciclos irregulares es otro de los factores que pueden influir en que no llegue ese embarazo.
¿Se puede tratar la infertilidad secundaria?
En este caso, debemos entender que no suele haber una gran diferencia entre las pacientes que han experimentado problemas para lograr su primer embarazo, y aquellas que han recurrido a la reproducción asistida para lograr su segunda gestación; en las cuales, por así decirlo, estos problemas que afectan a la consecución del embarazo han ‘aparecido’ más tarde, cuando la mujer ya era madre.
Por lo tanto, una vez realizadas las pruebas necesarias para detectar el problema y realizar un diagnóstico personalizado, los tratamientos de Reproducción Asistida como la Fecundación in Vitro, son el mejor aliado para lograr ese nuevo e ilusionante embarazo. Lo que sí es importante tener en cuenta, es que; si los miembros de la pareja rondan una edad superior a los 35 años o tienen algún caso de aborto espontáneo previo, es aconsejable que se pongan cuanto antes en manos de un especialista.
En HC Fertility os esperamos para resolver todas vuestras dudas y acompañaros en vuestro camino hacia la maternidad.