El Ayuntamiento respalda la guía elaborada por el Consejo Audiovisual de Andalucía
Contiene recomendaciones para el tratamiento informativo de los casos de violencia de género
El Ayuntamiento, a través de la delegación de Igualdad, ha respaldado hoy la presentación de la guía elaborada por el Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA) con recomendaciones prácticas para el tratamiento informativo de los casos de violencia de género.
El acto ha contado con la asistencia del alcalde, José Bernal; la concejala de Igualdad, Ana Leschiera; la presidenta del Consejo, Emelina Fernández, y la fiscal de Violencia de Género de Málaga, Flor de Torres.
Leschiera ha recordado que el Ayuntamiento firmó el 30 de noviembre de 2015 un convenio con el CAA que contemplaba acciones de difusión y coordinación para el tratamiento de la violencia de género y ha subrayado la importancia de una guía “que se enmarca en esa línea de actuación”.
Emelina Fernández, por su parte, ha agradecido el respaldo del Ayuntamiento y de la Fiscalía en la labor de divulgación de un documento “dirigido específicamente a los profesionales de la información con recomendaciones prácticas y breves para que aborden de forma rigurosa los casos de violencia contra la mujer”.
Ha subrayado que “nos encontramos en un momento especialmente delicado, ya que hasta mediados de abril se han producido en España 20 asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o exparejas, cinco más que en el mismo periodo del año anterior y una de las cifras más altas registradas en la última década, de ahí la necesidad de mantener una respuesta social combativa contra esta lacra social”.
Ha explicado que la guía, pionera y única en España, “surge a partir de una petición de los propios profesionales para hacer una cobertura adecuada de estos casos” y ha hecho un llamamiento “al sentimiento y la ética de los periodistas, para que se pongan en la piel de las víctimas y de su entorno y ofrezcan una información rigurosa, veraz y contrastada”.
Flor de Torres ha reiterado que “es esencial ofrecer una mirada empática a los casos de violencia de género” y ha insistido en que “los medios de comunicación también deben concebir este grave problema social como una cuestión de Estado y no pueden mostrarse asépticos e impasibles ante esta situación”.
Ha puesto el acento en la importancia de que los medios de comunicación “contribuyan a desterrar estereotipos o falsos mitos” y, en este sentido, se ha referido al hecho de que el promedio anual de casos relacionados con la violencia de género oscila entre 129.000 y 130.000, según los datos de la Fiscalía General del Estado, y solo un 0,019 son denuncias falsas.
En cuanto al contenido de la guía, han precisado que consta de dos partes. En la primera, titulada ‘El problema’, se enumeran doce recomendaciones para los profesionales de la información centradas en la relevancia de contextualizar de forma adecuada al elaborar noticias sobre violencia machista y se recuerda las obligaciones previstas en la ley para los medios: el deber de contribuir a erradicarla y concienciar a la sociedad.
La guía recomienda que el profesional se especialice para afrontar este tipo de informaciones, así como el uso correcto del lenguaje para no confundirla con violencia doméstica o familiar. Y se aconseja usar siempre los términos “violencia de género”, “violencia machista” o “sexista” o “contra las mujeres” y eliminar el uso de expresiones como “violencia de pareja” o “crimen pasional”.
Propone evitar la estacionalidad instando a los periodistas a que no esperen al asesinato para abordar esta cuestión sino que difundan sentencias, denuncien comportamientos machistas e informen de casos de mujeres que han salido de la espiral de la violencia de género. Al mismo tiempo, recomienda que no propaguen mitos, ideas o mensajes sin fundamento y pide que se contraste siempre la información con fuentes autorizadas y expertas.
La segunda parte del documento, titulada “La noticia”, consta de una serie de recomendaciones y prácticas a evitar para informar de forma adecuada, entra la que destaca no abordar los asesinatos de mujeres víctimas como casos aislados o sucesos, sino enmarcados en el contexto de un problema grave que afecta a toda la sociedad, como el terrorismo o la crisis económica.
La guía llama la atención sobre la importancia de no frivolizar nunca la información o banalizar y evitar inercias que puedan terminar por insensibilizar a la audiencia, especialmente en los titulares, como el uso de las fórmulas “un nuevo caso de violencia de género” o “una víctima más”.
También destaca que las víctimas no mueren, sino que las matan, y que no son responsables de su asesinato por no haber denunciado antes al asesino o haber reanudado una relación. Reclama rigor periodístico, huir de los testimonios de vecinos o allegados y evitar el sensacionalismo con la transmisión de datos o imágenes escabrosas.
Se recuerda que, por regla general, la violencia de género no tiene testigos, por lo que se insta a evitar difundir entrevistas de allegados que fomentan una imagen neutra del maltratador con declaraciones del tipo “era una pareja pacífica” o “es una buena persona”.
La guía sugiere diversificar la información al abordar un caso de asesinato y centrarse más en el problema con la difusión de información e imágenes complementarias y útiles sobre recursos públicos, centros de acogida, servicios especializados o sentencias condenatorias. Y siempre, incluir de forma verbal o escrita, el número de teléfono de denuncia y ayuda a las víctimas 016.
Además, se recomienda que el periodista no busque causas ajenas al machismo que justifiquen una agresión o asesinato. El respeto al honor, a la imagen y a la intimidad de las víctimas es otra de las pautas recogidas en este documento, que recuerda también la prohibición de difundir el nombre y la imagen de menores de edad, sean víctimas o agresores.