EL SUEÑO DEL MARQUÉS DEL DUERO

Si observamos el marco montañoso que rodea por el norte a San Pedro, podemos contemplar cómo sin solución de continuidad, se dibuja un arco casi perfecto entre las poblaciones de Marbella y Estepona. El color de las sierras que conforman dicho arco varían del pardo de las Sierras Bermeja, Palmitera, Apretaderas y  Real, al blanco de las Sierras de las Nieves y Blanca.

El color no es casual, está determinado por la composición mineralógica de las rocas  que aparecen mayoritariamente en su relieve, el blanco se debe a la presencia del mineral como la calcita que forma la roca caliza, mientras que el pardo se manifiesta por la presencia del mineral olivino que conforma la roca peridotita.

En la Sierra Bermeja y Palmitera puede que se encuentre la masa de peridotitas más extensa y mejor expuesta del mundo. Y a su vez su flora asociada presenta algunos casos de endemismo relacionados con la presencia masiva de esta roca, siendo tan sutil su dependencia que se dan casos de especies de plantas en peligro de extinción.  La riqueza faunística está considerada como excepcional , destacando la presencia de numerosas especies de invertebrados, de rapaces que hacen que se catalogue como Zona de Especial Protección para la Aves, de mamíferos tan inusuales de ver como la nutria o el corzo, y  por desgracia hay constancia de que el pasado también habitaban ejemplares del lince y del lobo ibérico.

Creo que tanto la abruptuosidad del relieve de las sierras pardas como la presencia de rocas sueltas de peridotita, impidiendo un desplazamiento cómodo sobre las mismas; determino históricamente el aislamiento de esta parte de la costa de la zona norte de la provincia. En la actualidad la diferencia demográfica que hay de a un lado u otro de la línea de sierra, es abrumadora. Si dejáramos la costa y nos adentrásemos por los caminos de tierra hacia el norte, nos sorprenderíamos de no encontrar ninguna casa habitada en hectáreas y hectáreas de terreno.

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