Los hoteles de cinco estrellas del municipio se renuevan
La planta hotelera más exclusiva de Marbella se transforma. Buena parte de los hoteles de cinco estrellas del municipio se encuentran inmersos en profundos procesos de renovación para mejorar su posicionamiento en un escenario turístico internacional más competitivo y diversificado tras la crisis sanitaria del Covid y la que trae consigo la invasión de Rusia a Ucrania.
La transformación de los establecimientos sirve también para mejorar el sector de la industria turística de Marbella, un municipio que concentra cerca de la mitad de los hoteles de cinco estrellas de la Costa del Sol y alrededor del 30 por ciento de la provincia de Málaga, pero que, al mismo tiempo, se ve lastrado por episodios de masificación de viajeros o el colapso de infraestructuras clave para fidelizar al turismo, entre las que destacan las playas o las comunicaciones, deficiencias a las que sumarían en un futuro más próximo que lejano las dificultades que se podrían derivar de la escasez de recursos hídricos.
«Somos la potencia turística que tira de la Costa del Sol y, cada vez más, de una forma más evidente. Y lo hacemos afrontando la situación de un destino maduro con inteligencia, con una colaboración absoluta del Ayuntamiento y con la apuesta del sector privado», señala el portavoz municipal, Félix Romero.
Actuaciones en ejecución
Uno de los hoteles más emblemáticos de Marbella que culminará en los próximos meses su transformación será El Fuerte, que cuenta ya con la licencia para renovar la zona de oficinas y administración, la última por mejorar de un complejo hotelero que, tras una inversión de 31 millones de euros, pasará a contar con cinco estrellas.
El hotel, que abrió sus puertas en 1957, presenta, tras la reforma, una estética exterior e interior que combina el lujo casual, la tradición andalusí y un diseño contemporáneo y vanguardista.
Otro de los hoteles icónicos de la Costa del Sol, Los Monteros, adquirido por 47 millones de euros por la unión de inversores inmobiliarios de Stoneweg Hospitality y Bain Capital Credit, dispone desde julio con la autorización para comenzar las obras de reforma.
La renovación del establecimiento, de cinco estrellas y cerrado al público desde noviembre, contará con una inversión de unos diez millones de euros y servirá para, entre otras mejoras, ampliar de 179 a 200 el número de habitaciones.
En una situación similar se encuentra el establecimiento San Cristóbal, que, tras una reforma de 3,6 millones de euros, pasará a denominarse Óbal Urban Hotel.
«La renovación responde a la necesidad de adaptarse a las tendencias del mercado y de ofrecer un local moderno con instalaciones de calidad en el que encuentren acomodo turistas y residentes, además de sumar valor a la infraestructura hotelera de Marbella», señala Francisco Giménez Pérez del Pulgar, director general de Crisán, grupo que gestiona el local.
También el hotel Guadalmina, en San Pedro y que cuenta con uno de los campos de golf más destacados, ha iniciado actuaciones de mejora con una inversión de 55 millones de euros para reabrir como un establecimiento de cinco estrellas de 250 habitaciones, dos piscinas y una oferta gastronómica renovada.