Opinión

PEDRÍN. Promesas

¡Ostras Pedrín!

Pedrín. Promesas.pngPuedo prometer y prometo. Los que son de mi edad, se acordarán de esta frase que tan oportunamente pronunciara D. Adolfo Suárez en la transición española. Una frase que suponía una esperanza de tiempos mejores, dejar atrás una dictadura de cuatro décadas y comenzar una democracia donde la igualdad de oportunidades iba a ser el futuro de España.

Y como si de Adolfo Suárez se trataran, todos y cada uno de los políticos del panorama español, autonómico, municipal, y, por qué no, ciñéndonos simple y llanamente a San Pedro, todos y cada uno, han enarbolado la frase y han podido prometer y han prometido, desvirtuando el significado final y prometiendo a diestro y siniestro, y, por supuesto, no cumpliendo ninguna de sus promesas.

Jesús Gil, Julián y Ángeles Muñoz, la Gestora, Miguel Troyano, Rafael Piña, una larga lista de políticos prometiendo y no cumpliendo. Colegios, institutos, espigones, playas, instalaciones deportivas, PGOU y ambulatorio. De todo se ha prometido y pocas cosas, o ninguna, ha llegado.

Ahora le ha tocado el turno a Javier García. Y al ambulatorio.

Dice nuestro teniente de alcalde, más comedido y dialogante que su antecesor, que en un par de meses volverán a reanudarse las obras del nuevo ambulatorio. Sin saber muy bien qué ha pasado, esta tan necesaria instalación pública ha servido a oposición y gobierno para hacerse fotos antes, durante y después del comienzo de las obras. Unas veces para colgarse medallas y otras veces para criticar al otro. Y tanto han ido de un lado para otro, que creo que ellos mismos están liados y ya no saben bien si aquello se comenzó gracias al Ayuntamiento, si lo ha parado el gobierno central, o si la Junta hará allí un mercado gourmet. Tanto nos gusta compararnos con nuestra vecina Marbella, que ya tenemos nuestro propio hospital parado. ¡Ja!, se iban a creer ellos mejores que nosotros.

Vamos a intentar hacer un resumen para orientarnos. En la ciudad diseñada por el GIL, un nuevo ambulatorio no se contempla, seguramente porque no da negocios, y se reforma el existente que con eso ya es bastante. La gestora demasiado tiene con que no desaparezca el pueblo y deja que todo siga como estaba, sin inversiones autonómicas ni nada, para qué.  El PP de Ángeles Muñoz es la primera que exige a la Junta de Susana Díaz la necesidad de la instalación, pero con más ganas de pelea política que de solución real, porque vende mucho decir que yo no he sido y que la culpa no es mía. Es el Rafael Piña socialista quien consigue el primer compromiso real de la junta susanista, y junto a su socio Bernal, el primero que anuncia la construcción del nuevo ambulatorio. De repente, el Rafael Piña socialista, se convierte en Rafael Piña pepista, por lo que la junta susanista se arrepiente del paso dado y deja el proyecto en un cajoncillo. Da también la casualidad, que el Rafael Piña pepista pasa a la oposición, al igual que la Junta susanista, por lo que el ambulatorio se queda en el cajoncillo sin los dos padres que lo anunciaron al principio, y pasa lo que tenía que pasar, en un cajoncillo y sin padres que se cuelguen medallas, la obra se para. Tiene que ser ahora la junta de Juanma Moreno, llamémosla morenista, la que solucione el problema y Javier García el que se sume al proyecto y el siguiente que prometa que se terminará el ambulatorio, previa declaraciones de la alcaldesa de Marbella de que la culpa no es de la junta morenista, sino de la susanista, que había aprobado el proyecto con el dinero justo y lo dejó en un cajón para que se parara porque así dejaba en mal lugar la buenísima gestión del PP en este caso. El que no se excuse, es porque no quiere.

Y mientras, en China, los chinos te levantan un Hospital en 10 días. Qué políticos tenemos oiga.

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