PEDRÍN. Salto al vacío
¡Ostras Pedrín!
No sé cómo lo hacen los políticos en general, y el teniente de alcalde de nuestro maravilloso pueblo en particular, para ir siempre un paso por detrás y con el pie cambiado. Se supone que cuando uno gana las elecciones debe de tener un proyecto en mente y un camino fijado para llevarlo a cabo, pero cuando ganar viene de sorpresa, el camino se tuerce y enderezarlo sólo se consigue con más facturas y más cargos al erario público.
Resulta que tres años después de estar gobernando, ahora con uno, ahora con otro, dice nuestro maravilloso teniente de alcalde que ayudar a la plantilla municipal con empresas externas es algo positivo para el pueblo, quién se lo iba a decir a él tan socialista en otros tiempos. Ha conseguido tanto presupuesto para gastar que no sabe cómo hacerlo y ayudar a los empleados públicos, ojo que digo ayudar y no externalizar como el Sr. Piña ha dejado claro, es una manera tan digna como cualquier otra de gastar las perras que tan trabajosamente pagamos los sampedreños. Eso, y subir el sueldo a los directores generales o contratar más personal de las listas electorales, que dieciocho millones de euros dan para mucho.
Y digo que le pilla todo un paso por detrás y con el paso cambiado porque hace ya más de siete años que es concejal del Ayuntamiento de Marbella, y tiempo ha tenido para saber cómo funciona el sistema. Después de todo, bien cobraba sus plenos cuando estaba en la oposición, y bien lo cobra ahora estando gobernando para que haya aprendido algo de lo que supone regir un pueblo como San Pedro Alcántara.
Después del dinero invertido en su formación es totalmente incomprensible que pasen las cosas que están pasando. ¿Puede un individuo desdecirse y contrariarse tantas veces en tres años? ¿Puede tan suculento sueldo hacer cambiar tantas veces y tanto a una persona? A la vista está que sí. El tan manido refrán donde dije digo, digo Diego, es tan Piña-rista como Rajoy-ano (y no me hagan hacer un poema con las rimas).
Movimiento vecinal
Ha tenido que ser, una vez más, un movimiento vecinal, el que vuelva a poner en su sitio a Don Rafael y su equipo de confianza, que no es pequeño, diciéndole dónde se ponen los pies y los pasitos que hay que ir dando. Desde aquí quisiera darle la enhorabuena a esa asociación que, sin dieciocho millones de euros ni tantos cargos de confianza, nos está dando una lección de vecindad, honestidad y compromiso por un pueblo, por nuestro pueblo, a todos los ciudadanos. Lo que están haciendo los sampedreños de “Acción Vecinal” es para sonrojarnos a todos pero, sobre todo, a los que dirigen la Tenencia de Alcaldía de San Pedro Alcántara, que, día tras día y mes tras mes, van tomando decisiones tan equivocadas como innecesarias. Si no hubiera sido por ellos, los matorrales de las entradas a nuestro pueblo hubieran cortado el paso a nuestras calles, y Nueva Alcántara, el ensanche de San Pedro, hubiera desaparecido entre matojos y suciedad, por no hablar del Salto del Agua y de sus patos… Hasta que no han denunciado el estado del Salto del Agua, el Sr. Piña no prestaba más atención que a los patos de la feria, esos que le gustan tanto a mis nietos y que están rodeados de luces y cacharritos.
Lo que no puede ser es que, en su oficina de tarde, el Sr. Piña comente que la culpa no es de nadie más que de los patos, que, si ven que el agua no está en buen estado, para qué se meten ahí, con la de sitios que hay en todo San Pedro y los campos de golf de los alrededores para meterse. No sé si saben ustedes el chiste de mente grande domina a mente pequeña… Pues eso.
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