RAMÓN DORIA BAJO. El fuego de la Amazonía y el consumo
El Comentario
No hace todavía cuatro meses me entregaron un coche nuevo que incorpora un sistema de seguridad al cual puedes llamar en caso de accidente desde cualquier parte del mundo, lástima que no puedo implementarlo pues el teléfono que poseo, que lo compré hace 7 años, no es compatible.
Hoy recibo en ese mismo teléfono un whatsapp informándome de que a partir del 2020 mi terminal no podrá usar dicho sistema de comunicación. Es decir, el creador de dicho útil y barato sistema de comunicación ha cedido -supongo que por un precio suculento- a las presiones de los fabricantes de teléfonos móviles para obligarnos a adquirir uno nuevo. ¡¡Pero si todavía está en plena forma!!
Hace no tanto tiempo las industrias manufactureras estaban obligadas a mantener en el mercado una serie de repuestos y servicios durante unos determinados años, ahora todo eso se ha olvidado. Pronto nos veremos obligados a cambiar toda nuestra aparotécnia cada año. ¿Dónde están las medidas legislativas que fomenten la sostenibilidad del sistema? ¿Qué gobiernos obligarán a las Cías. productoras a que sus productos sean 100% reciclables? Debe ser que nos contentamos con rechazar las pajitas desechables y las bolsas de un solo uso, todo lo demás sería enfrentarse a quienes financian las campañas electorales de los políticos (los bancos y otras grandes compañías). Lo cual, como bien entienden la mayoría de los políticos, les dejaría a «ellos» sin su poltrona en el parlamento. ¡Qué más les da que el mundo se vaya al carajo si para entonces tienen el buche lleno! ¡¡Cuánta estulticia y cuanta ambición sin sentido!!
Los incendios en la amazonía se propagan tan rápido como se dispara el consumo. Hipócritas de todo el mundo se apresuran a decir que socorren los trabajos de extinción, y, en sus gabinetes de gobierno preparan un proyecto de ley obligando a que los extintores sean de un solo uso. ¡Así es el mundo en que vivimos!
Por todo eso he decidido: 1º comprar o leer el periódico que menos dependa de sus anunciantes porque éstos lo manipulan y 2º votar a aquellos partidos políticos que se financien, exclusivamente, con colectas entre sus simpatizantes, así no estarán condicionados a legislar en favor de sus banqueros. El día que la mayoría opte por ese sistema vencerá la fuerza de la razón y no como ahora que vence la razón de la fuerza.