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La Travesía de la Serranía de Ronda (GR 141)

Senderismo por los valles del Genal y el Guadiaro

La Serranía de Ronda es el principal sistema montañoso de la provincia de Málaga. La sierra más conocida de esta comarca por los senderistas es la de Las Nieves, que sigue a la espera de ser nombrada Parque Nacional. Pero hay una zona menos transitada; aunque igualmente hermosa y llena de monumentos naturales y geológicos; como es la formada por los valles del río Guadiaro y Genal, y las montañas circundantes.

Serranía de Ronda

Para conectar y dinamizar esta parte de la Serranía, desde la Diputación de Málaga han balizado y adaptado la que es conocida como Gran Senda de la Serranía de Ronda (GR-141). Una travesía circular de 110 kilómetros y seis etapas perfectamente señalizados que tiene como punto de partida y llegada la ciudad de Ronda. 

Aunque lo ideal es recorrer este sendero al completo, necesitando entre cinco y siete días en función de la capacidad del senderista. Aunque la existencia del tren entre Algeciras y Granada en el valle del Guadiaro permite hacer rutas lineales; y volver al inicio del camino usando el transporte ferroviario en las etapas que transcurren cercano a este río.

Etapa 1: Ronda-Jimera de Líbar. 22,4 km

La salida desde Ronda en la primera etapa de  permite ver el tajo desde su parte inferior; teniendo unas perspectivas únicas de la capital serrana y su principal monumento natural. Después transitaremos por zonas de campiña, donde en su momento funcionaron hasta 14 molinos harineros;, hasta culminar la primera parte del camino en la junta de los ríos Guadalevín con el Guadalcobacín; que a partir de este punto pasa a llamarse Guadiaro.

Llevamos andados poco más de cinco kilómetros; y toca recorrer un camino paralelo al ferrocarril antes mencionado; una media hora antes de afrontar el bello sendero rocoso que nos permite cruzar al sierra del Algarrobo para ganar vistas a los pueblos serranos de Montejaque y Benaoján. Tras la dura subida toca descender hasta el barrio de la Estación de Benaoján; donde podemos hacer una parada en el restaurante que hay junto a la estación de tren. 

Tras algo más de 13 kilómetros afrontamos la segunda parte de esta primera etapa que discurre en paralelo al cauce del Guadiaro; por la ribera izquierda; a través de un estrecho valle aprisionado al oeste por las sierras de Benaoján y del Palo; mientras que al este hacen lo propio el Monte de las Viñas y la sierra del Conio; éstos últimos alineados con la cordillera dorsal interfluvial que aísla al Guadiaro del vecino Valle del Genal.

Los protagonistas de los próximos kilómetros hasta llegar a Jimera de Líbar son el propio río; el estrecho sendero que se sumerge entre encinas y quejigos y el trazado ferroviario; el cual va dirimiendo los obstáculos geográficos, unas veces por túneles y otras por viaductos. Tenemos varias opciones de alojamiento tanto si vamos al barrio de la Estación de Jimera de Líbar como si afrontamos la corta pero intensa subida hasta el pueblo del mismo nombre. También podemos volver a Ronda teniendo en cuenta el horario del tren. 

Etapa 2: Jimera de Líbar-El Colmenar. 24,9 km

El curso del Guadiaro vuelve a marcar la dinámica de la segunda etapa que media entre Jimera de Líbar y El Colmenar; núcleo poblacional éste último que también conocido como Estación de Gaucín. Casi todo el trayecto discurre por la margen izquierda del río a través de dehesas; monte y tierras de labor; donde proliferan las encinas, los alcornoques y los quejigos.

Esta larga etapa en su primera parte atraviesa la conocida Dehesa de Jimera hasta llegar a las inmediaciones de la Estación de Cortes de la Frontera; conocida también como la Cañada del Real Tesoro. Si no queremos desviarnos, llevamos andados unos 15 km podemos afrontar unas duras cuestas que nos alejan del río hasta ganar vistas de uno de los monumentos naturales más espectaculares de Málaga: el desfiladero de Las Buitreras. Es muy fácil ver los enormes pájaros que dan nombre a este accidente geológico. Descendemos con precaución hasta el Puente de los Alemanes; desde donde podemos ver el gran socavón que ha provocado el río Guadiaro a su paso por la roca caliza.

Llevamos ya 20 kilómetros de ruta y, tras un corto e intenso repecho, ganamos vistas de nuevo al valle del Guadiaro; iniciando un descenso que nos acerca, a través de un bello sendero; hasta muy cerca del cauce. Nos resta una media hora larga para llegar a El Colmenar, donde podemos pernoctar, o coger el tren para volver a Ronda.

Etapa 3: El Colmenar-Benarrabá. 18.7 km

 Esta tercera etapa es un recorrido de transición para conectar el valle del Guadiaro con el del Genal. La primera parte supone una paulatina subida de ocho kilómetros hasta el serrano pueblo de Gaucín, donde tenemos todo tipo de servicios.

Al penetrar en los montes de propios de Benarrabá, el alcornocal se erige en dueño absoluto del bosque; en tanto, la curiosidad del senderista no acertará a retener toda la magnificencia del Valle del Genal; conformado aquí y allá por profundas gargantas y verdes lomas sin aparente orden alguno. Y a cuyo mosaico se suman un diseminado grupito de encantadores pueblos blancos de clara tipología andalusí.

Etapa 4: Benarrabá-Benalauría. 12.3 km

 Esta cuarta etapa nos ofrece lo mejor del Valle del Genal: alcornoques; castaños; las vegas y las huertas; los molinos y el río; con su particular ecosistema; los ranchos serranos, el policultivo, las veredas de arrieros y la arquitectura de tipología andalusí, tan característica en este sector de la Serranía de Ronda. 

En un principio no dejaremos de descender hasta llegar al prado de la Escribana junto al Genal. A partir de esta encrucijada de caminos; antiguo descansadero de ganado;, donde el Almárchar, proveniente de Sierra Bermeja; se entrega al Genal, discurriremos por un recuperado sendero en paralelo al curso del Genal. Este espectacular tramo del GR 141 nos lleva muy cerca del río, pasando por sucesivas pasarelas colgadas por encima del cauce. Al final de este tramo nos espera la venta San Juan y los campings apostados a cada orilla; que convierten este paraje en uno de los más visitados, sobre todo en verano; cuando se habilitan varias pozas para el baño a lo largo del río.

Es un lugar, por tanto, ideal para descansar y almorzar. Resta el ascenso a Benalauría, por un carril de tierra que franquea haciendo zetas la gran pendiente; aunque la fronda siempre ayuda a mitigar el esfuerzo. Una vez en el castañar, la situación cambia; y con Benalauría en lontananza; el tránsito se dulcifica hasta culminar en este bello pueblo serrano.

Etapa 5: Benalauría-Alpandeire. 15.5 km

En esta etapa, discurriremos por la falda de la cordillera dorsal que separa el Genal del Guadiaro. El GR 141 discurre superpuesto a la antiquísima Vereda del Camino de Ronda, histórica conexión de la comarca serrana con el Campo de Gibraltar. Transitada por célebres viajeros y escritores; en especial en el siglo XIX; hoy una asociación (Aruviro) está trabajando para darla a conocer como Ruta de los Viajeros Románticos. Tras un inicial repecho que nos acerca al pueblo de Benaladid, recorremos la cuerda que separa nuestros dos valles protagonistas; permitiendo avistar al oeste uno de los más notables paisajes kársticos del confín oriental del Parque Natural Sierra de Grazalema; el llamado genéricamente macizo de Líbar.

En el área septentrional siempre tendremos omnipresente la sierra del Oreganal, aislando la meseta rondeña del prolífico Valle del Genal; cuyas principales manchas de castañar descubriremos en lontananza; en las laderas de los montes que circundan Faraján, Júzcar, Cartajima, Parauta, Igualeja y Pujerra.

Una vez en Atajate, abandonaremos el camino de Ronda para enfilar la vereda de Alpandeire; atravesando el cerrado valle del Audalázar y uno de los más bellos encinares del alto Genal. Culminamos nuestra etapa en el pueblo natal de Fray Leopoldo, un monje de la orden de Capuchinos canonizado como beato por la iglesia católica.

Etapa 6: Alpandeire-Ronda. 18.8 km

 La sexta etapa de la Gran Senda nos lleva por senderos y carriles transitados por arrieros; recoveros; y viandantes; durante cientos de años en su transitar entre el valle del Genal y la meseta rondeña; ubicada en el centro del anfiteatro de cordilleras que conforman la Serranía de Ronda. El primer tramo aprovecha la Vereda de la Fuente del Espino y dirime el quebrado valle del arroyo Audalázar para auparse a la Vereda del Camino de Ronda; vieja conocida de la etapa anterior. Desde el punto culminante de la jornada; el deforestado puerto de Encinas Borrachas; se abren amplias panorámicas al Parque Natural Sierra de las Nieves y a la depresión de Ronda, envuelta por vastos encinares.

Antes de llegar a Ronda franquearemos el último paraje espectacular antes de llegar a la capital rondeña; el Tajo del Abanico, modelado por las crecidas del arroyo de Sijuela; además de por otros agentes atmosféricos. Un lugar quebrado y salvaje que sirve de epílogo natural para acceder;, entre campos de labor y cortijos; a Ronda a través del popular barrio de San Francisco; dando por finalizado el periplo de este GR 141 que nos ha permitido conocer una importante parte de la Serranía de Ronda.

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