RAMÓN DORIA BAJO. Progresos Científico-Técnicos y retrocesos Ético-Sociales
El Comentario
El mundo avanza a pasos de gigante nos repite machaconamente la TV: operaciones milagrosas nos recambian los órganos; células madre nos los hacen crecer cual recién nacidos; vemos el mundo en tiempo real y nos comunicamos con nuestros conocidos vía el éter; exploramos el universo buscando… ¿qué? ¿Qué buscamos, hacia dónde avanzamos? Los nano-robots exploran nuestro cuerpo para detectar enfermedades físicas pero de las enfermedades del alma nadie quiere saber nada: cada día más ansiolíticos, más drogas, más suicidios. Se crean robots humanos: seres con la conciencia prediseñada a fin de que no tengan especiales escrúpulos a la hora de explotar al vecino ni de sentirse mal por ello; seres pasotas enganchados a unas maquinitas de realidad virtual ajenos a los sentimientos de empatía o solidaridad; individuos aislados de toda familia o de cualquier relación; hombres y mujeres enfrentados entre sí; obreros del mundo contra el mundo de obreros, zumbando unos contra otros para hacer más ricos a los riquísimos; xenofobias en auge, potenciadas por las cuadrillas de vividores que anidan en los Partidos; loca explotación de la amazonía y de todos los recursos del planeta…
¿A dónde vamos, acaso las palabras han perdido su significado? ¿Entendemos ahora por Justicia, Equidad, Tolerancia, Equilibrio, Diálogo, Democracia lo que definen de ellas los diccionarios? ¡¡Cuándo en una sociedad los banqueros pueden decirle al Tribunal Supremo qué –de la noche a la mañana– cambie la sentencia de las hipotecas, en su beneficio; cuándo la pelea de un bar se trastoc4a en terrorismo porque había un tricornio de por medio; cuándo se aplasta el derecho a la disidencia con porrazos y patadas, y, para escarmiento y aviso de navegantes, se sentencia mostruosa y dislocadamente; cuándo el Estado -que financiamos sólo los pobres- deja de atender los bienes básicos de educación, sanidad, vivienda…; cuándo todo eso y mucho más, ocurre a diario, estamos conjugando las palabras FASCISMO, DICTADURA, ESCLAVITUD, oprobio, indignidad, represión…!!
La razón –si todavía existe– se rebela contra esas conjugaciones, así el PSOE y demás caterva de derechosos herederos del franquismo, intenten ponernos paños fríos a nuestra calentura. En 1888, en La Incógnita, decía nuestro insigne Pérez Galdós: “la Prensa es la vocinglería, el embuste, el instrumento de corrupción con que nuestra edad envilece los caracteres y falsea todas las cuestiones.” Estamos retrocediendo, a velocidad de vértigo hacia tiempos pretéritos y perdiendo los logros que millones de hombres y mujeres consiguieron para nosotros. Nuestra flojera y pasotismo es la razón de nuestra esclavitud y la de nuestros sucesores.