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Cuando las adicciones cierran la puerta de tu vida

MonteAlminara las abre para dar esperanza, una virtud que se disipa en la sociedad actual

Cuando hablamos de adicciones se suelen dar dos pensamientos que llegan rápido a la mente; en forma de comentario y reflexión, «Nunca me va a pasar a mí» y no reconocer que es una enfermedad. Pues así es, según los expertos y que, como tal tiene tratamiento. Y en eso se ha especializado MonteAlminara, en tratar estas enfermedades con un trato exquisito y dulce al usuario, para abrirles las puertas de la vida que las adicciones les ha cerrado. Y lo hace, con mucha profesionalidad pero con un arma infalible que, en estos últimos tiempos, se ha disipado en nuestras sociedad, la Esperanza.

Nuria García dirige un proyecto de lo más ilusionante, y coordina a un grupo de más de 25 profesionales multidisciplinares (médicos, enfermeros, psicólogos, educadores, trabajadores sociales, monitores deportivos entre otros), con un único objetivo, «ganar a la adicción, evitar recaídas, y devolver a una vida sana y enriquecedora a las personas que llegan al centro y sus instalaciones asociadas». El tratamiento de las adicciones constituye una disciplina médico-terapéutica de gran complejidad; que requiere de especialistas y expertos en distintas áreas de la salud y de la psicología de la persona, con atención a sus circunstancias particulares, de manera que pueda superar la adicción.

Ingreso, desintoxicación, trabajo interior

La dinámica de trabajo se resume en la entrada de los usuarios en un centro, que se encuentra situado en la localidad axárquica de Moclinejo; para vivir ahí de forma interna durante un periodo que suele oscilar entre los dos y los tres meses. Este módulo de ingresos tiene un equipamiento envidiable para llevar una vida tranquila y normal, y «cuenta con un plan de actividades y trabajos que devolverán a los pacientes mucho de lo enriquecedor que tiene la vida y que las adicciones les arrebató. Hay un trabajo interior importante en cada persona», comentó el educador social y coordinador terapéutico del centro, Juan José Soriano.

Comenzando por un proceso de desintoxicación, la fase más dura y exigente será la de la normalización y comprensión del problema; para que no vuelva a entrar en las vidas de estas personas. En esta parte también se intensifican las terapias para evitar recaídas. Una vez superada esta etapa, toca un seguimiento externo y ambulatorio que se realiza en distintos puntos de la provincia, para adaptarse a la nueva vida laboral y familiar que tengan los usuarios. MonteAlminara cuenta con uno de estos centros propio, en Málaga capital; y otros puntos de rehabilitación y consulta asociados en Marbella, Velez Málaga, Ronda y Antequera.

Seguirá en otra entrega