La Reina del pueblo

El pasado lunes 17 de octubre arrancó la celebración de la Feria y Fiestas en honor al Santo Patrón de nuestro pueblo, en el nuevo y flamante recinto ferial ubicado en la finca de La Caridad. Después de la inauguración oficial del alumbrado del Recinto Ferial en el arco de entrada al mismo, tuvo lugar la coronación de las damas y reinas de las Fiestas. De entre todas, hubo una coronación que brilló con luz propia. Y es así que dedico mi regreso a este espacio, donde hablo sobre diferentes motivos siempre con un enfoque de género y en relación con nuestro pueblo, a ella, a la Reina popular de la Feria de San Pedro 2022, Guillermina Álvarez Benítez.

Mina, como la llamamos quienes tenemos el gusto y la suerte de conocerla y tratarla, es un ejemplo de fortaleza y dedicación, de entereza y entrega. Una mujer que lo da todo por su pueblo y por su gente, que siempre está disponible para ayudar, para celebrar y compartir las buenas venturas de esta localidad que se ha convertido en su hogar. Un pueblo de adopción que es a día de hoy su tierra y la de su familia. Un pueblo que la quiere como a una hija y que así se lo ha hecho saber situándola en el tan honorífico puesto de la “Reina popular”.

Mina nunca pierde la sonrisa. Es divertida. Es graciosa. Es salá. Pero, sobre todo, Mina es luz. 

Mina no solo es poesía, sino que también es poeta. Amante de la escritura y de la cultura, ella no solo es musa para el alma artista, sino que también es creadora. Siempre que tiene oportunidad, agarra su cuaderno y plasma todo su mundo interior en las hojas de papel que le hacen de confidentes de sus mil y una anécdotas vitales. Dedica versos a sus seres queridos con una sensibilidad propia de la dueña de un imperio lingüístico, pero, sobre todo, humano. Porque la poesía no es más que eso, humanidad, y un poco de magia. Y de magia anda sobrada nuestra querida Mina.

Es una luchadora única, trabajadora incansable, esposa, madre, abuela, tía, amiga… con una dedicación incondicional a todo y a todas y todos. Con una biografía que bien se merece un libro completo solo para ella. Con infinidad de anécdotas que cuenta con la gracia que la caracteriza mientras toma el sol en su agradable campito rodeada de sus amigos y familiares, o tomando un cafelito como tanto le gusta en su cita de los viernes por la tarde con su grupo de amigas de toda la vida.

Y no hablemos de esa bailaora incansable que no deja de asistir a sus clases de baile semanales por nada del mundo.

Ni tampoco hablemos de sus recetas culinarias, ni de la mejor tortilla de patatas del mundo, ni de los exquisitos huevos de sus adoradas gallinas. No hablemos más de todas estas maravillas, que se me cae la baba aquí mismo.

Sí podemos hablar, y mucho, de su belleza, porque Mina es bellísima a simple vista, pero es aún más bella por dentro. Y es justo ahí donde reside su gran valor que la hace única.

Mina es una mujer digna de descubrir y digna de portar la corona con la que se le ha obsequiado en estas Fiestas, porque más allá de un mero reconocimiento como puede ser cualquier otro, esa corona esconde toda una declaración de intenciones por parte del pueblo de San Pedro de Alcántara, el pueblo de Mina: hacerla sabedora de que ella este año es la Reina popular de las Fiestas, pero que en los corazones de los sampedreños y sampedreñas que la conocemos y queremos (que somos muchos y muchas) es una auténtica Reina del pueblo, y es eterna.

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