Maté ya piensa en la Vuelta tras su sexto Tour: «Allí correremos al ataque»
El marbellí, preseleccionado por Javier Mínguez para el Europeo de Herning, se pierde la Clásica de San Sebastián para curar un forúnculo
El Tour de Francia ya es historia, pero la temporada sigue adelante. Y Luis Ángel Maté ya descansa en Marbella después de completar su sexta participación en la mejor carrera del mundo. Viene, como suele hacerlo, con un balance optimista de su paso por las carreteras francesas –y belgas, luxemburguesas y alemanas- en estas tres semanas y mirando con ilusión al futuro más inmediato. Que, además, empieza con una buena noticia: entrar en la preselección de 13 corredores de la Selección Española para el Campeonato de Europa de Herning (Dinamarca), del 3 al 6 de agosto. De esa lista acabarán yendo nueve a la cita continental: “Tuve la oportunidad de vestir los colores de España el año pasado, que es lo máximo para un deportista profesional. Volver a estar en la preselección es un orgullo, a la espera de conocer la lista definitiva, pero me da confianza en que mi trabajo está siendo bueno”, dice al respecto.
En cuanto al Tour, Luis ha vivido “momentos buenos y otros no tanto” en carrera, pero asegura estar contento en líneas generales: “Llegar a París ya es un éxito y hay que estar contentos. También por el trabajo realizado, aunque no estoy satisfecho del todo porque no hemos logrado el objetivo de ganar una etapa. Ha habido gente mejor, y hay que saber perder. Nos queda mucho que mejorar para poder ganar en el Tour y eso es lo que vamos a hacer. Seguir trabajando y volver con más fuerza”, explica el marbellí.
Consignado a labores de equipo durante toda la primera semana en favor de su jefe de filas Nacer Bouhanni, Luis aprovechó su oportunidad en la dura jornada del Macizo Central. Entró en la fuga buena de 28 ciclistas, pero no él no se encontraba en sus mejores condiciones debido a un forúnculo con el que ha tenido que convivir durante la segunda mitad de la carrera. Acabó aquella etapa en el 18º lugar: “Ese día acabé muy contento pese a que ya tenía molestias importantes. Después de todo el Tour trabajando, que era a lo que venía, entré en una fuga de muchísimo nivel donde había que tener piernas para poder estar. Hacia el final de la etapa las molestias ya eran un dolor importante que me limitó mucho y no pude disputar”, evoca el corredor andaluz.
Y es que su rendimiento se ha visto seriamente mermado en la última semana del Tour, pero finalmente ha podido llegar a París, no sin dolor. Acaba en el 56º puesto de la general y puede presumir de haber acabado todas las grandes vueltas donde ha tomado parte. Y en total son ya 11, pese a que no siempre tuvo claro que lo lograría: “He podido superarlo, pero hubo momentos en que lo vi muy negro. El día de Romans-sur-Isere lo pasé fatal –llegó antepenúltimo y rodó toda la etapa descolgado- porque se fue muy rápido y yo directamente no podía ni pedalear”.
Ahora se abre un compás de espera para ver si las dolencias remiten. Si todo va bien, Luis apunta al siguiente objetivo: la Vuelta a España. Donde, además, espera que esta mala semana final juegue a su favor: “El dolor te impide exprimirte, pero por eso ahora voy a parar y curar el forúnculo. Físicamente he acabado menos al límite que otras veces pero porque no he podido hacerlo, y espero que eso se me vuelva una ventaja en la Vuelta”, explica.
Para que esa recuperación sea lo más efectiva posible, el ‘Lince Andaluz’ se perderá una cita que era fija en sus últimas temporadas: la Clásica de San Sebastián. “Tengo que parar unos días. No queda otra”, afirma. Este jueves, día 27, se marchará a las alturas de Sierra Nevada donde estará tres semanas de concentración –a la espera de lo que pase con el Europeo- antes de partir hacia Nimes a una Vuelta muy especial para él ya que tiene una semana decisiva en Andalucía: “Es un lujo. Nos va a permitir enseñar nuestra mejor cara y el inmenso patrimonio que tenemos, y el pelotón va a disfrutar con nuestra afición. Nosotros vamos de nuevo a por una etapa, pero esta vez de forma distinta y con un equipo guerrillero. Correremos más al ataque”, comenta Maté. Y ahí es, precisamente, donde se siente más a gusto.