Opinión

JESÚS MACKINTOSH. Alerta roja

EL SUEÑO DEL MARQUÉS DEL DUERO

Jesús-Macintosh. Alerta roja.gifDurante mediados del pasado mes de octubre se activó en dos ocasiones el aviso rojo por lluvias, aunque los condicionantes que sucedieron fueron diferentes en cada uno de ellos.  El primero tuvo lugar en la madrugada del miércoles día 10, precedido de un episodio anormal de lluvia recogida en la cima de Los Reales, en la Sierra Bermeja de Estepona, donde se recogieron 240 litros de agua en tan solo cuatros horas – 90 recogidos en solo una de ellas- , situación que provoca la activación de la alerta roja en la zona costera de la provincia de Málaga, donde se produjeron numerosos incidentes por la intensidad de las lluvias.

El segundo fue declarado el sábado día 20, aunque a diferencia del anterior la intensidad de las lluvias fue mucho menor de lo previsto para la alarma creada.

Las razones que explican el porqué de la diferencia entre lo que sucedió en ambos casos tienen una doble vertiente: Por un lado, siempre hay que destacar el carácter tan marcadamente impredecible que tiene el desarrollo de los fenómenos meteorológicos  denominados actualmente como DANA (depresión aislada en los niveles altos de la atmósfera) y anteriormente como gota fría.

Intervienen una serie de variables  que hacen muy difícil predecir que trayectoria van a tener dicha anomalía, así como su virulencia. Por otro, tiene una componente previsora por parte de las autoridades para que la población evite acercarse  a los torrentes susceptibles de provocar inundaciones. Cuestión agravada por los trágicos sucesos de Mallorca donde la acción de una Dana imprevista provocó tanta desgracia personal.

Si analizamos lo que viene ocurriendo desde hace algunos años, estos episodios muestran una frecuencia repetitiva que presagian un futuro donde pasarán a ser casi normales, por lo que habrá que saber convivir con ellos. Aunque nunca estaremos seguros al cien por cien de cómo van suceder los acontecimientos por mucho avance tecnológico que hayamos desarrollado, y que siempre la Naturaleza tendrá la última palabra, como sucedió en la zona de Antequera  y de Estepona, el día 21, otra vez de forma inesperada.

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