Reportajes

El Castaño Santo de Istán, el ser vivo más viejo de Málaga, se está muriendo

Al Castaño Santo le calculan hasta 1.300 años pero no tiene ningún tipo de protección legal por parte de la Junta

El Castaño Santo de Istán es el ser vivo más viejo de Málaga y uno de los más longevos de Andalucía. Se le calcula entre 800 y 1.000 años de antigüedad, aunque según aseguró a este medio una técnico de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía que lo estuvo estudiando hace unos meses su edad puede llegar a los 1.300 años. Y se encuentra en tan mal estado por el abandono institucional, la erosión y ciertos peligros naturales como la avispilla del castaño que un grupo de personas del municipio quieren llevar al Parlamento de Andalucía una propuesta no de ley para que se catalogue como Monumento Natural, lo que le daría una protección legal y se le dotaría de un presupuesto para su mantenimiento.

Vista Castaño Santo Istán
Al Castaño Santo le calculan hasta 1.300 años

“Lo ideal sería que se expropiara un terreno alrededor de unos 2.000 m2 porque en los alrededores también se encuentra el Quejigo del Hoyo del Bote incluido, como el Castaño Santo, en el Catálogo de Árboles Singulares de Andalucía”, explica el ecologista Javier de Luis. Otra opción, según este experto naturalista, sería hablar con los Lavigne, la familia propietaria del terreno, para pedir permiso y hacer un saneamiento integral del árbol.

El Castaño Santo está en un estado lastimoso, se le han desgajado varias ramas enormes y multitud de otras más pequeñas que le dan un aspecto muy malo. Pero su mayor problema va más allá de la estética. Y se llama avispilla del castaño, una especie invasora originaria de China. Este himenóptero provoca en el árbol daños en forma  de hinchamientos de los tejidos (agallas), que pueden medir de 5 a 20 mm de diámetro. La erradicación de esta plaga es complicada y pasa por contarrestrarla con otro parásito que devora a la avispilla. Lo increíble es que se está actuando en miles de castaños por toda la provincia y al patriarca de esta raza en Málaga no se ha aplicado ningún tratamiento.

De Luis asegura que la Junta no está por la labor de invertir esfuerzos en el Castaño Santo porque se está muriendo y sería un desperdicio de recursos. “Los árboles son muy resistentes, es evidente que si no se actúa ya se morirá, pero para entonces llevaremos todos mucho tiempo muertos”.

500m2 de sombra

A ras de suelo el perímetro del Castaño Santo es de 22 metros. Tiene una altura total de 25 metros y su copa proyecta una sombra que ocupa más de 500 metros cuadrados. El entorno del Hoyo del Bote, un valle ubicado entre el río Guadaiza y el río Verde, al sur de la Sierra de las Nieves, debe reunir unas características geológicas y climáticas muy especiales porque alrededor del Castaño Santo crecen alcornoques y quejigos muy longevos, con ejemplares que fácilmente superan los 500 años.

En otros países civilizados habría un centro de interpretación ubicado junto al árbol, que mostrara el rico patrimonio natural e histórico del entorno próximo. Con cupos de visitas mediante lanzaderas y expertos que velaran para que ni una sola avispilla del castaño posara sus patas en su corteza milenaria. Pero no nos engañemos. Aquí el modelo de desarrollo económico es el que es. Y las administraciones tienen como prioridad darle la espalda al campo y la Naturaleza para tostarse de cara con el turismo de sol y playa. Mientras tanto, el Castaño Santo, que ha sido testigo de la evolución de la humanidad desde la Edad Media hasta el mundo moderno de ahora, sigue produciendo sus pequeñas castañas mientras decae con la mala vejez que ninguna administración quiere aliviar.

Fernando el Católico, el Duque de Arcos y la alquería de Arboto
Alquería
Fernando el Católico sí pasó por aquí de camino a la alquería de Daidín para sofocar la rebelión de 1501

Cuentan las crónicas que el nombre de Castaño Santo se debe a que los Reyes Católicos celebraron misa a su sombra de camino a la conquista de Marbella. Según la historiadora local y miembro de Cilniana Lina Urbaneja es una mera leyenda.

Fernando el Católico sí pasó por aquí de camino a la alquería de Daidín para sofocar la rebelión de 1501, haciéndole de guía el propietario de la recientemente destruida Venta Quemá. Y de este capítulo sí puede deducirse que se celebrara una misa junto al Castaño Santo.

Posteriormente, con la rebelión morisca de 1569-71 el Duque de Arcos plantó su campamento en  Arboto, una alquería morisca situada a unos doscientos metros del Castaño Santo y de la que quedan algunos restos. El noble cristiano y sus mesnadas asaltaron a los moriscos enriscados en el cercano pico de Plaza de Armas, llevándose a las mujeres, niños y ancianos a Marbella, donde fueron vendidos como esclavos.

FOTOS: C.L