Opinión

RAFA MARTÍNEZ

SAN PEDRO, DE RABIOSA ACTUALIDAD


De la estrategia electoral. O sí.

Sin duda alguna, son muchas las formas de gobernar que podemos encontrar en la actualidad por parte de los que se encargan de ello. Éstas van desde las más honestas y pensadas para el ciudadano medio, hasta las que por rédito político y teniendo en el pensamiento la poltrona se llevan a cabo.

Las primeras, puestas en funcionamiento y basadas tanto en una buena planificación como en un minucioso y escrupuloso trabajo y dedicación; las segundas, con una clara estrategia electoral y un primordial objetivo que no es otro que continuar ostentando el poder, ése que embriaga al que a él accede y que lo ciega de una manera celosa y enfermiza.

Las primeras, con unos gastos justificados por los resultados y por aquello en lo que ha invertido; las segundas, con unas  inversiones  para darse pábulo “tirando de chequera” para contentar así a los ya afines así como también a votantes en potencia, sin el menor miramiento (ya te digo) por el “bocao” que puedan suponer a las arcas públicas.

Las primeras, contando con el mejor especialista en la materia que se pueda pagar y siendo su sueldo una inversión y un gasto totalmente justificado; las segundas, dando de comer a los que han formado parte del partido durante años, tengan o no formación, capacidad y aptitudes para desempeñar lo que se les encomiende (“…es que llevan años conmigo y los tenía que meter…”).

Las primeras, ejecutando una Obra Pública necesaria y en consonancia con los vecinos y comerciantes para que el perjuicio para éstos sea el menor posible o prácticamente nulo; las segundas, llevando a cabo tales obras buscando lo que de alguna manera y a última hora (tengamos en cuenta  la proximidad de las elecciones)  les pueda ofrecer la oportunidad de otros cuatro años de continuidad, aun con todo, no gozando ni mucho menos y como no podía ser de otra manera,  del apoyo del sector comercial y vecinal de las zonas afectadas.

Las primeras, desde la humildad y el servicio a aquellos a los que representan y contando con la tan necesaria participación ciudadana; las segundas, desde el orgullo y la soberbia que tan corrosivos son, que no permiten ver más allá de sus narices al que se contagia de tales males y que le hace creer que no camina por donde los demás, que levita cual ser superior y que oír y atender a los que elevan algún tipo de crítica a su gestión es algo demasiado vulgar y mundano para un gobernante, alguien casi “tocado por la mano de Dios” que no se puede permitir perder su tiempo en tales menesteres.

De ambas formas de gobernar, tenemos claros ejemplos a lo largo del territorio nacional así como a nivel local (o lo que viene siendo este nuestro PUEBLO San Pedro Alcántara como a mí me gusta llamarlo). Dos maneras de hacer las cosas. Dos estilos que son un claro reflejo del político que tras ellos está.

En definitiva, dos formas de ver la vida en su más amplio sentido. Dicho lo cual y como en otras ocasiones, me despediré con el consabido “que cada cual saque sus propias conclusiones…”

Recordad siempre que San Pero Alcántara Existe. Cambio y corto.

 Os dejo el enlace al grupo de facebook Asociación Socio-Cultural San Pedro Alcántara Existe por si queréis visitarlo.

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