Opinión

El Censor proclama lo que proscribe

por José Ramón Doria

La escritura lleva funcionando más de 6.000 años y se utilizó para plasmar las verdades contrastadas, aunque pronto cada autor empezó a contar «su» particular verdad. De ahí que al principio de nuestra era Séneca dijera: “Es una postura deshonesta decir una cosa y sentir otra; ¡cuánto más deshonesta la de escribir una cosa y sentir otra!”

Es decir, «ya» se mentía por escrito. En 1.889 nuestro ínclito Galdós, decía: “la Prensa es la vocinglería, el embuste, el instrumento de corrupción con que nuestra edad envilece los caracteres y falsea todas las cuestiones.”; para entonces, La Prensa era el «cuarto poder», junto al «Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial». Ahora, Los Medios de Comunicación (TV, Radio, Internet y Redes sociales) constituyen el «segundo poder» por delante de los otros tres pero… siguen siendo La voz de su amo. Pues vemos cómo hasta los influencer reciben su ración de pelargón en forma de jugosos anuncios de todo tipo para que mientan más que hablen, de ahí que estemos en la Bulocracia. Pero la frase del Nobel Camus, que titula el presente artículo, enseguida nos va a ayudar a descubrir algunas cosillas, pues bastará con olfatear lo censurado para acabar sabiendo «La Verdad».

¡Qué, por lo general, los medios de comunicación apenas mencionan la monarquía y la huida del emérito! Señal de que hay Censura al respecto. ¡Qué tampoco se refieren especialmente a las ventas de armas españolas a países de dudosa trayectoria! Señal inequívoca de Censura. ¡Qué a pesar de que USA ha despejado la incógnita de saber quién era la famosa «equis» que creó Los GAL, responsable de veintitantos asesinatos de Estado, tampoco se habla de ello! Censura al canto. ¡Qué las noticias no insisten en la constitucional obligación de renovar los tribunales! Censura y sólo censura. ¡Qué hablando de la mega absorción de Bankia por CaixaBank, no se dice nada acerca de la oportunidad perdida de crear un Banco Público ni de los 20.000 millones de los contribuyentes aún no devueltos! Censura y más censura; ¡Qué… …! Gato encerrado y más gato encerrado.

El viejo refranero

Otro método de olfatear “gatos” consiste en la aplicación del refrán que dice: «Dime de qué presumes y te diré de qué careces». ¡Qué un Banco presume de acción social o un Político cacarea acerca de su inquebrantable honestidad! ¡Tate, refrán al canto! No hay duda: hemos de volver a leer entre líneas como en los años 60/70.

Todas esas censuras y cacareos nos están indicando que: «Los Mandamases» tienen miedo a los Cambios y por eso mandan censurar y presumir. Pues –se dicen para sí:  se pone en solfa la monarquía o se encausa al emérito: se abre la mano a encausar al ex-presidente Felipe González, a un tal MpuntoRajoy o, incluso, a Aznar por la guerra de Irak;  cambian tanto las cosas, que ya no se puedan hacer negocios con el tráfico de armas ni con las privatizaciones a precios de saldo para los amiguetes;  también se paraliza la influencia sobre los tribunales o sobre la creación de las leyes y su aplicación;  ¡para colmo! se implanta un sistema fiscal verdaderamente progresivo en el que las grandes fortunas paguen impuestos como pasó en la Revolución francesa, que hasta los nobles y la Iglesia empezaron a pagarlos; y sí

¡ENTONCES! ¿Dónde iríamos a parar? ¡¡Acabaríamos llegando a la Democracia, en la que es El Pueblo quien decide y NO nosotros Los Mandamases!! ¡¡Eso no, ESO SÍ QUE NO: hemos de pararlo como sea!!

Pero… ¿quién son esos amosesos Mandamases que tanto manipulan a toda suerte de poderes? ¡¡Piensen Vds., piensen… que a mí, no me da para más!! Esperemos que La Verdad como el aceite, acabe emergiendo.

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