Entrevistas

Marina Medina: «La pérdida de un hijo afecta no sólo a la mujer que lo lleva dentro, sino que tiene un alcance más amplio»

Mañana, martes 15 de octubre es el Día Internacional de las Pérdidas Gestacionales y Neonatales y se hacen actividades por toda España para visibilizar este tema del que se habla poco: el duelo y lo que conlleva tanto física como psicológicamente un aborto involuntario.

Con este motivo hemos hablado con la periodista y escritora malagueña, Marina Medina, que ha publicado el libro «Las ausencias que me habitan». Una novela donde habla con conocimiento de causa de esta situación. Trata un tema interesante desde muchos puntos de vista. Feminismo, deshumanización de la medicina en estos casos, cómo se presiona a las madres para que no se queden con un hijo único, diferentes maternidades…

Las ausencias que me habitan es un título bastante explicativo, ¿qué historia cuentas en esta novela?

Sí, es una historia de ausencias pero también lo es de presencias. Presencia de madres, de padres, de hijos e hijas, de hermanos y hermanas, de abuelas y abuelos. De familia. La historia se vertebra en torno al duelo de Adriana por su hija nacida muerta. Comienza justo en el momento en que el corazón de la hija que lleva dentro deja de latir y termina cuando Adriana se rearma, se reconstruye y sale de su duelo habiendo integrado sus pérdidas y habiendo aprendido a vivir con ellas. En este fragmento de la vida de Adriana suceden otras cosas, porque la pérdida de un hijo afecta no solo a la mujer que lo lleva dentro, sino que tiene un alcance más amplio. En la novela, los demás personajes también viven sus propios duelos particulares y se interrelacionan las vivencias de unos y de otros.

¿Qué te animó a plasmar parte de tus vivencias en un libro?

Las ganas que tenía de escribir algo. Y ese algo que me salía escribir eran mis pérdidas. Y, como no quería escribir un libro de autoayuda, ni uno de testimonio, ni uno autobiográfico, pues me salió escribirlo así. Las ausencias que me habitan es una historia de ficción. Los momentos más precisos que hablan de lo vivido por Adriana mientras espera a que nazca su hija muerta son muy similares a los vividos por mí. Si no los hubiera vivido no habría sabido inventarlos.

Los datos dicen que la pérdida gestacional es bastante más frecuente de lo que podríamos creer, sin embargo se habla poco del tema. Por qué crees que es así?

Porque en nuestra cultura hay un tabú muy grande en torno a la muerte, no se naturaliza, no se habla con naturalidad del final de la vida. Y además, en este caso, se junta con el tabú cultural más generalizado, en torno a lo que pasa en los úteros de las mujeres. No hablamos de la regla, no se habla de ciclos menstruales, de menopausia, se calla o se habla bajito para no molestar, porque puede incomodar a alguien que vengas diciendo que te duele la barriga por la regla o que este mes estás sangrando más de lo habitual. Aún sé de hombres que no compran compresas a sus parejas porque les avergüenza. Pues suma ambas cosas, muerte y útero sangrante. Imagínate, para echarse a temblar. Y luego está la estigmatización de las mujeres que no tienen hijos porque no pueden o porque no quieren. La mujer es la que se embaraza y tiene a los hijos. Y eso es lo que, culturalmente, se supone que tenemos que hacer. Y hay un rasero de medir la valía de una mujer por el número de hijos. Son mejores las mujeres cuantos más hijos vivos tengan. Eso es algo palpable que cualquiera que haya pasado por procesos complicados para llegar a quedarse embarazada, o que haya decidido ser madre de uno, o no serlo de ninguno puede corroborar. ¿Qué mujer no ha sido jamás interrogada o incluso puesta en evidencia por algún asunto referido a la maternidad? Se tienen hijos porque se quieren, pero otras veces se tienen porque toca. Y las mujeres, en eso como en otros muchos asuntos, callamos más de lo que deberíamos. Por eso me parece importante la visibilización de este tipo de temas relacionados con la vida de las mujeres los ciclos menstruales, dolores, reglas, embarazos, partos, crianzas, abortos, perimenopausia, menopausia, etc. Se tiene que avanzar mucho en la normalización de todo esto para poder llegar a hablar de una igualdad en términos reales.

Abordas un tema que además de estar silenciado es muy duro y doloroso. Sin embargo, no has recurrido a eufemismos y hablas de esos abortos como tus hijos muertos, con cierta crudeza, pero también con un estilo bastante poético. ¿Es algo buscado, te parecía necesario aportar un poco de belleza ante la dureza del tema?

Pues la verdad es que lo he escrito de la manera que me salía escribirlo. No hay nada de esfuerzo en la narración. Ha salido así. Supongo que podía haber salido de otra forma, pero salió con un toque lírico que, por otro lado, puede que sí ayude a transitar por la historia de una forma más sencilla. Y bueno, los eufemismos ya los dejamos para otros. Creo que para contar las cosas hay que usar las palabras precisas y, a veces, las palabras son tan crudas como la realidad que nombran.

¿Qué es lo que más te ha costado en la escritura del libro?

Sacar tiempo. La mayor parte la escribí durante las esperas a mi hijo en sus actividades extraescolares. Las tardes de fútbol eran las mejores porque lo llevaba en el coche y me quedaba escribiendo dentro, en el móvil. Eso y después la publicación. Hoy en día es muy difícil que te publiquen una primera novela y yo, en ese aspecto, he tenido mucha suerte porque me llamaron pronto de la Editorial MilMadres para decirme que les había gustado mucho el manuscrito y que querían publicarlo. Hoy en día hay muchas personas que tienen que recurrir a la autoedición y a la autopublicación. En ese aspecto me considero una afortunada.

Recomienda el libro nuestros lectores ¿Por qué deberían leer ‘Las ausencias que me habitan’?

Eso deberían decirlo los lectores más que la propia autora. Me están llegando muy buenas opiniones de las personas que leen la novela. Pienso que, más allá del tema que trata, el libro es interesante porque habla de otros asuntos como el peso de las relaciones familiares en la infancia, los diferentes modos de criar en las distintas generaciones, las relaciones de pareja, las dificultades que hay que afrontar en la vida, los modos de superarlas o integrarlas en nuestro propio ser. Además, para los lectores de la provincia de Málaga tiene el aliciente de que la historia sucede en Málaga y se habla de lugares que seguro que los malagueños y muchos visitantes reconocen fácilmente. Y, por supuesto, recomiendo su lectura, porque creo que hay que dar una oportunidad a las personas que empezamos en el mundo literario.

El 15 de Octubre se celebra el Día Mundial de la Concienciación Sobre la Muerte Gestacional, Perinatal y Neonatal. En nuestro municipio la Asociación La Luciérnaga que se dedica a un asunto como es este de acompañamiento al duelo perinatal y gestacional.